domingo, septiembre 30, 2007

Final de partida


El final debía llegar de alguna forma u otra, ya estoy acostumbarada a las despedidas y no habrá sido ésta la que me provoque más pesar. Lo que intento decirles mis queridos lectores, es que este blog llega a su fin, publico este aviso para que estén bien atentos, escribiré un último post además de éste, para así dejar concluido nuestro viaje y cerrar de una vez y por todas las páginas de ésta guía de La Habana. Sé que no necesito explicar el por qué cerraré aquí la última página de éste, mi libro-viaje, aunque no de mi recuerdos, ciertamente, es injusto justificar algo que ocurre por pura ley natural, porque ocurrirá tarde o temprano, o se transformará en otra cosa. La ciudad donde nací va conmigo a todas partes, nunca me abandona ni yo a ella, no me canso de hablar de los lugares que hay en ella y que tanto amo y ella guarda recelosa para mi regreso. La ciudad que me hace sonreir de alegría y doblarme de dolor, mi Habana, Habana, nombrarla es como viajar a otro tiempo, es decir de princesas y ciclones, es decir de un mar que ruge  y un río que calla. Mis recuerdos no podrían llenar jamás ésta superficie virtual que ni siquiera comprendo, cada una de las imágenes del pasado llegan a través de cualquier cosa, no hace falta estar o no estar, no importan las ideologías, no importa el odio que cosechen otros, La Habana nos salva de todo, nos abraza, nos reunirá a todos de nuevo, nos dará cita en el malecón y allí en un abrazo gigante estaremos y no importará morir ni nada ya. Si todo ésto no es más que delirio de mi alma, pues tampoco mi cursi predicción se frustará, yo sola me basta para reunirlos a todos en cada rincón de mi ciudad, yo sola puedo dar el gran abrazo a mi ciudad y a cada uno de los que hemos nacido en ela.

viernes, septiembre 14, 2007

TVC


Desde que salí de Cuba he ido perdiendo poco a poco y cada vez más mi interés por la televisión, por muchos motivos y razones me he desactualizado de este medio y quizás haya en esto un poco de mi voluntad y mi deseo de hacerlo. Tampoco quiere decir que haya roto definitivamente ni que considere que en todos los casos sea una mala influencia para mi, esto no, porque en ocasiones he apreciado un buen trabajo en algunos canales y programas que realmente merecen la atención de los televidentes no my convencidos, como yo. Pero a menudo pienso en su influencia sobre las personas, sobre un pueblo entero. Para los que se preguntan pues debo confesarles que no me canso de hablar de La Habana y mi vida allí, lo cual es un tema inagotable y pues ahora le corresponde su turno a la televisión y  el recuerdo que conservo de ella. Antes solo existían dos canales, Cubavisión y Telerebelde, al menos eso era antes, luego crearon el Canal Educativo y alguno que otro que ahora no puedo precisar. Por supuesto que estos canales no transmitían durante todo el dia, comenzaban a las 6 o 7 am y hasta las 8 o 9 y luego regresaban a las 5 de la tarde y cesaban al rededor de las 11 o 12 de la noche. relmente eran bastante pocas las horas de transmisión y prácticamente había un solo canal que era Cubavisión porque el otro ya mencionado, era casi en su totalidad sobre temas de deporte y al menos en mi casa no tenía mucho éxito. No voy  hablar de la programación para niños de la que ya se ha dicho tanto en otros blog, los muñequitos rusos, Elpidio, y aquellos que ya conocemos y que tanto han influido en nuestra forma de ver el mundo. Quiero más bien traer a colación esos programas para los adultos de los que algunas veces me quejaba por sus colores grisáceos, los telones rotos de fondo y sus temas ¨aburridos¨, pero los que muchas veces también supe apreciar con buen ojo. La Televisión Cubana,  aunque pueda no parecerlo, y aunqe muchos quizás no coincidan conmigo, era bastante variada, había un espacio para cada cosa, las telenovelas, los programas educativos o históricos, los humorísticos, los programas sobre cine, los de participación, los de música, los de arte, los informativos, los de discusión sobre temas de psicología y sociología, los policíacos, los de ciencia, tecnología y medio ambiente y otros varados en su contenido. En vez de enumerar una larga lista de aquellos programas que me marcaron para siempre, mejor citaré los que recuerdo con más aprecio. Uno que recordaremos mucho los cubanos es Vale la pena, nadie puede negar que Calviño nos introdujo en el mundo de la psicología de un modo bastante convincente y divertido. Pero debo citar con la misma intensidad a Escriba y Lea, aquellos viejitos-enciclopedias, esos maestros de la sabiduría junto a los que acerté y desacerté tantas veces en la lucha por el premio del conocimiento. Entorno, quién no lo recuerda, programa emblemático de la televisión cubana, que nos mostró el mundo y las especies más maravillosas de la flora y fauna. Pasaje a lo desconocido con sus misterios a la deriva. Los tan entrañables programas sobre cine como 24 x Segundo, donde recibíamos una clase sobre crítica de cine, Historia del Cine, donde siempre apreciábamos un clásico de la pantalla grande, y por último uno de los más nuevos en este tema Espectador Crítico, donde se puede ver lo más actual del cine mundial. Ahora, no puedo pasar por alto los músicales, Acapella, ahí ponían los clásicos del rock internacionales y nacionales, excelente el diseño de arte, por citar algunos otros, Colorama, Cuerda Viva que me encantaba, muy juvenil y siempre con lo último del quehacer musical nacional en todos los géneros. Podría emplear tanto espacio en esta superficie virtual para hablar de una serie de programas televisivos que están bien guardados en mi memoria, pero tampoco es mi intención ahondar hasta la saciedad, mi blog, a modo de una guía de La Habana, elaborada muy a lo personal, no puede perderse en los abismos, debe mostrar al lector una forma de ver las cosas, como escribí en el primer post de este blog, esto es simplemente una guía, es una sola de las millones de miradas que observan desde algún punto la ciudad maravillosa en la que nací. Entonces y ya para concluir no puede faltar mi gran elección, mi programa predilecto, preferido entre todos, Prismas, tan parejo y disparejo en su variedad, tan al final de la noche, tan cruel y rosa como la pantera, la verdad es que lo recuerdo con mucha nostalgia. Hasta aquí llego por hoy, que sirva también mi blog para que cada cual traiga su pedacito de memoria hasta las antillanas costas de ésta, mi casa.