miércoles, abril 25, 2007

Cuando salí de La Habana

Cuando salí de La Habana…

Cuando salí de La Habana
De nadie me despedí
Solo de un perrito chino
Que venía atrás de mi.

Como el perrito era chino
Un señor me lo compró
Por un poco de dinero
Y unas botas de charol.

Las botas se me rompieron
El dinero se acabó
Ay! Perrito de mi vida,
Ay! Perrito de mi amor.

La perla de la mora

Una mora de Trípoli tenía
Una perla rosada, una gran perla:
Y la echó con desdén al mar un día:
—«¡Siempre la misma! ¡ya me cansa verla!»

Pocos años después, junto a la roca
De Trípoli... ¡la gente llora al verla!
Así le dice al mar la mora loca:
—«¡Oh mar! ¡oh mar! ¡devuélveme mi perla!»

El tema de la pérdida se hace evidente si intento relacionar éstos dos textos, tan diferentes en muchos sentidos, pero tan parecidos en cuanto a moraleja o al desarrollo psicológico de un suceso, como quiera, adolecen de una misma nostalgia, el arrepentimiento; el primero es una canción que aprendí de niña, el otro, un poema de José Martí. Se invoca en ellos, el dolor por la ausencia de lo desechado, en el primer caso, el viajante realiza un cambio, una especie de negocio, entregando su perrito chino, al que ya en el propio texto se le infieren cualidades humanas, como la fidelidad (¨que venía atrás de mi¨), y a cambio recibiendo ¨un poco de dinero y unas botas de charol¨, materiales que evidentemente se gastaron o consumieron y por tanto dejaron de ser útiles, finalmente, surge el lamento, la extraña sensación que provoca perder algo que posee un valor sentimental, vital, conciencia de ésto debió tomar Giacometti, cuando eligió salvar al gato de un incendio donde ardería un Rembrandt, la vida –diría- por encima de todo,. En cuanto al segundo, nos encontramos frente a una metáfora de lo que puede ser la obstinación del ser humano, el desdén ante lo cotidiano, en éste caso la mora de Trípoli se deshace de una perla rosada, ¨una gran perla¨ simplemente por aburrimiento, por desgano, por necedad, para luego, como inmersa en un estado de demencia y desesperación, reclamarle al mar que le devolviera lo perdido. Martí usó una perla, como un símbolo de todo lo que el hombre va desechando, porque en determinado momento cree inservible o molesto, y luego eso que perdemos se convierte en un recuerdo tormentoso, en una nostalgia perturbadora. Yo también he perdido mis perlas, pero cada vez conozco mejor el sentido único de las cosas, el valor insustituible de cada persona.

6 Comments:

Blogger Asesor Homeschooling para Chile said...

Mi estimada, pero qué peligrosa eres...casi me desgarras el alma cuando después de años y años volví a ver "Cuando salí de La Habana". ¡La cantaba cuando era niño! Se me hizo un nudo en la garganta de tanta nostalgia. Me hiciste cantarla, de nuevo. Sin duda alguna, se te agradece mucho. Gracias por hacerla recordar...jeje.

Y sobre la mora de Trípoli: una metáfora maestra. Creo que Martí trasformó en poesía el dicho aquel, el sabio dicho aquel: "Nadie sabe lo que tiene, hasta que lo pierde".

Un abrazo. De antillano a antillana.

7:29 p. m.  
Blogger virginio lobo said...

...el sentido mudable de las cosas, el miedo insustituible de cada persona

8:04 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

¡Ay! nuestras perlas.

5:26 p. m.  
Blogger Anita said...

Mi perrito chino...se me salen las lagrimas, y la mora de tripoli que poemaso del maestro! El significado de ambos es inconfundible, y muy cierto. Uno nunca sabe el valor de algo hasta que lo pierde. Lo sabia Marti, y lo sabemos nosotros que nos refugiamos en los recuerdos de algo que nunca penzamos que nos haria tanta falta, nuestra ciudad natal.

10:18 a. m.  
Blogger Yanelys said...

hay dios mio el perrito chino hacia anos que no oia esta cancion...cuando era pequena siempre la cantaba y la recitaba hasta las lagrimas se me salen..lol

11:59 a. m.  
Anonymous CyReZ said...

Yo escuche la canción de La Habana ya muy mayor cuando mi primer sobrino nació, sin embargo no le presté atención. Sólo hasta hace año y medio que nació mi hija, esta canción me enternece y me saca lágrimas cuando la escucho.

3:15 p. m.  

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